3.10.16

EL VALOR DE LO ARTESANO, EL SENTIDO DEL TACTO.

Retomo mi actividad en el blog de NIMIO después de tiempo, sin haberme desvinculado nunca del todo de ello, porque es una empresa a la que he visto crecer... y ese vínculo es difícil de romper. 
Y regreso con un tema que para mí es fundamental: el trabajo artesano.

He decidido hablar de la artesanía ya que creo que en estos tiempos es importante recalcar el valor que el trabajo artesanal tiene en la producción de piezas únicas, no solamente en el diseño de muebles, sino en la elaboración de objetos y productos que consumimos a diario.

En los últimos años se ha producido un regreso a lo esencial en muchos sentidos, se ha puesto en valor la elaboración de productos a mano o con una producción que pone de relevancia lo local: panes de masa madre, quesos artesanos, jerseys con tejidos rústicos, cerámica, cestería y mimbre, muebles artesanales, arquitectura que respeta y tiene en cuenta el entorno y la tradición arquitectónica de la zona, etc... Y todo ello como respuesta o reacción a un exceso de fabricación en serie de la que el consumidor y el trabajador son objeto y víctima al mismo tiempo.

Tocar un objeto, morder un pan, saborear un queso, acariciar un jersey o rozar una pieza de cerámica elaborada por las manos de un artesano, que ama su trabajo, que cuida el detalle, que mima y dedica el tiempo que sea necesario para que el acabado sea perfecto, es un acto sensorial que convierte ese elemento en algo más que un objeto, nos cuenta una historia, crea un línea argumental que nos conecta con el proceso de elaboración desde el principio hasta el final, y eso tiene un valor que va más allá de lo económico. 

Y ese es el valor que creemos que deben tener  los muebles, diseños y piezas que elaboran las personas a las que admiramos y de las que nos gusta hablar, porque esos objetos perdurarán en nuestra memoria a través de las sensaciones y las historias que nos han transmitido.

I come back to my activity in the NIMIO blog after a while, even if I never completely left, because it's a company I've seen grow... and that link is not easy to break.
And I come back with an essential subject for me: the handmade work.

I decided to talk about craftwork because I believe nowadays it is important to emphasize the value of handmade production of unique pieces, not only in furniture design, but also in production of objects and products we use everyday.


In recent years a return to basics has happened in many ways, valuing products made by hand or small local productions: loaves of sourdough, cheese artisans, hand knitted jumpers in rustic wool, pottery, basketry and wickerwork, handmade furniture, architecture that respects and takes into account the environment and the architectural tradition of the area, etc... All this comes as a reaction from users and workers to an excessive mass production in which they happen to be subjects and victims at the same time.


Touching an object, biting bread, tasting some cheese, stroking a sweater or caressing a piece of pottery made by the craftsman hands who loves his job, who cares on details, fondling and taking the time enough until the finish is perfect, is a sensory act that transforms that element into something that tells a story, creates a storyline that connects us with the process from the beginning to the end, and that has a value that goes beyond the economic.


And we believe this is the value that should have furniture, designs and pieces made made by people we admire and we like to talk about, because these objects will remain in our memories through feelings and the stories they told us.







Fotografías de @mireiarodriguezphotography, @monikaczor77 y de María Vega sobre el proyecto @rawfiber, creado por Clara López y Juanjo del Moral.

RAQUEL

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